La muerte de Brian, un chico de 14 años que fue baleado por dos delincuentes el último sábado, desató la furia de familiares y vecinos: tomaron la Comisaría 38 durante horas.
Las noches del domingo y del lunes estuvieron marcadas por protestas en el barrio de Flores: cansados de las zonas liberadas, de los robos, de la inacción de las autoridades y de la muerte, vecinos y familiares de Brian Aguinaco cargaron contra la Comisaría 38.
Los momentos más tensos se vivieron cuando los manifestantes decidieron tomar la dependencia policial: con la exigencia de que se presenten las autoridades – pidieron por Larreta, Macri y Bullrich – se quedaron durante horas en el lugar.
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“Roban todos los días, no nos vengan más con cuentos porque nosotros vivimos ahí y conocemos todos los hechos que pasan”, le espetaron algunos vecinos que pedían más “seguridad” a los miembros de las fuerzas de seguridad.
Este martes, la familia del chico junto a un grupo de vecinos llegó al Ministerio de Seguridad para reunirse con las autoridades porteñas.
“Queremos garantías de vivir en paz porque tenemos un barrio en guerra. Si esto no lo resuelven ellos, lo va a resolver el barrio”, señaló Eduardo Dotto, padre de la madrastra del joven asesinado, ante la prensa.
Tras el encuentro con las autoridades, el hombre señaló: “La reunión fue buena, se comprometieron a que va a haber cambios en la comisaría. Van a remover al comisario. En una semana nos vamos a reunir de nuevo, así que espero que los vecinos hoy no marchen, que esperen una semana”.