Desde el lunes, aproximadamente cien investigadores y becarios del Conicet continúan tomando la sede del Ministerio de Ciencia y Tecnología y el CONICET.
La comunidad científica sigue en alerta ante el ajuste presupuestario que impulsa “Cambiemos” en el área. Tras una nueva movilización a la sede del CONICET y del Ministerio de Ciencia y Ténica que se encuentra en el barrio de Palermo, científicos e investigadores decidieron ocupar el lunes edificio hasta recibir una respuesta.
No al ajuste en #CONICET. Ayer en conferencia de prensa @IleanaCelotto de @UbaAgd y Lucila Durso de @JcpBuenosaires https://t.co/Al9rrWGAaq
— CONADU Histórica (@CONADUHistorica) 22 de diciembre de 2016
Cuatro días después la toma todavía se sostiene: en una de las últimas reuniones que mantuvieron las partes, el ministro Lino Barañao ni siquiera se presentó. Pese a que los funcionarios pidieron “terminar con la toma” y amenazaron con iniciar acciones legales, las distintas organizaciones decidieron que la misma continúe.
#Ahora en Ministerio de Ciencia.
Barañao que amargado se te ve…Te tomamos el ministerio, te tomamos Conicet pic.twitter.com/35S8nZsDUk— Julia Strada (@Juli_Strada) 21 de diciembre de 2016
“En un contexto nacional por demás complicado para los y las trabajadoras, hoy se están dejando familias sin sustento, carreras cortadas súbitamente y líneas de investigación truncas, por el simple motivo de que no hay presupuesto”, aseguraron los científicos, investigadores y becarios a través de un comunicado.
? Toma, movilización y ajuste en el #CONICET: investigadores y becarios exigen respuestas por parte del gobierno https://t.co/BPM6zgPsjm pic.twitter.com/0MlqOsEVlB
— Diario BA (@diariodeBA) 20 de diciembre de 2016
“Hoy está más claro que nunca que a los/as compañeros/as se los/as está despidiendo, y ni al Ministro Barañao ni al Presidente del CONICET Ceccatto se les mueve un pelo, ni salen a dar la cara por esta situación. (…) El Ministro no fue capaz de conseguir una partida de tan sólo 150 millones de pesos (despreciable frente al ajuste que sufrió el sector, de más de $3.000 millones) para permitir el ingreso de todos/as los/as recomendados/as”, agregaron.
La ‘fuga de cerebros’ – tan conocida por nuestro pueblo – es la consecuencia directa de esta situación: al cerrarse las puertas de los organismos de investigación nacionales, nos veríamos forzados a seguir nuestra carrera en el exterior, tirando por la borda 7 años de inversión estatal en formar compañeros altamente calificados, que podrían estar investigando en el país para resolver los problemas de la sociedad argentina”, advirtieron, por su parte, desde Jóvenes Científicos Precarizados (JCP).