El retiro de Diego Alberto Milito y la despedida de Sebastián Saja parecía haber dejado un vacío difícil de llenar en Racing respecto de los liderazgos.

lisandro

Sin embargo, pese a su perfil serio, tranquilo y callado, Lisandro López supo reconfigurar lo que se “espera” de un capitán: en seis meses, a base de fútbol, goles y cariño recíproco con la gente, logró convertirse en el referente indiscutido tanto dentro como afuera de la cancha.

Con el contrato venciéndose en junio del 2017 y la incertidumbre dando vuelta, la dirigencia “académica” se apresuró a ofrecerle la extensión del vínculo: “Licha” no lo dudo y estampó la firma hasta el 2019.

Con el “9” ya asegurado, el desafío de Racing pasa ahora por otro lado: la posible venta de Oscar Romero y de Nicolás Sánchez – sumada a la chance de que emigre Gustavo Bou – servirán para reformular el equipo con una idea más acorde a lo que busca el “Ruso” Zielinski.

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