El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó la evacuación de buena parte de civiles de los distritos sitiados en el este de la ciudad.

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La tregua alcanzada el último martes por el gobierno ruso y el turco se rompió fácilmente: la salida de los rebeldes de la pequeña zona del este de la ciudad siria junto a los civiles debía empezar el miércoles luego de que las organizaciones humanitarias reclamaran fervientemente que se haga a un lado las motivaciones políticas y se respete la vida de la población.

Pese a ello,  los ataques con artillería se reiniciaron por la mañana y los colectivos enviados para las evacuaciones, que estaban esperando en las márgenes, se retiraron vacíos. Una vez más los bandos se acusaron mutuamente de “incumplir” con lo pactado y una nueva escalada en el conflicto bélico parecía surgir.

Sin embargo, el régimen de Bashar al-Assad acordó nuevamente con los rebeldes un “alto al fuego” y efectivamente comenzaron a realizarse los trabajos de evacuación. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, las primeras tandas de civiles ya fueron evacuadas, incluyendo a una gran cantidad de heridos.

Al menos en las primeras horas, 951 personas fueron trasladadas de los lugares sitiados gracias a la presencia de 13 ambulancias y 23 micros. El trabajo de evacuación, que se espera que tome varios días, implica el traslado de entre 30.000 y 50.000 personas.

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