El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos aseguró que 141 civiles (incluyendo 18 niños) murieron en los últimos siete días.
Más de cinco años de tiros y bombardeos, cientos de miles de muertos y una matanza que no parece terminar nunca condenan a millones de civiles a vivir diariamente entre la muerte, los cuerpos, las explosiones y las balas.
“Esta feroz campaña es una guerra de exterminio”, aseguró un doctor que se desempeñaba hasta principios de noviembre en el este de Alepo, antes de ser herido en un ataque aéreo, al diario “The Guardian”.
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— Diario BA (@diariodeBA) 18 de noviembre de 2016
“Todo es un objetivo militar, sea un humano, un árbol o una piedra. Todo está siendo exterminado con la complicidad de las Naciones Unidas. Ellos ven y escuchan, pero no contestan. No pueden parar esta máquina de guerra. No tenemos a nadie más que a Dios”, agregó con dureza.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos precisó, además, que en los últimos dos meses murieron 834 civiles, incluyendo a 176 chicos. La fecha coincida con el inicio de la campaña para recuperar el este de Alepo por parte del ejército sirio.
“Nos debería dar verguenza esta parálisis, esta imposibilidad de actuar o parar el aniquilamiento del este de Alepo, su gente y el resto de Siria”, esbozó por su parte Stephen O’Brien, uno de los máximos dirigentes de la ONU.