La Corte Suprema de Justicia de la Nación lo absolvió por la “Masacre de Pompeya”: los hechos sucedieron en enero de 2005.
Fue condenado a 30 años de prisión por un robo que no cometió y por matar a dos mujeres y un niño con el auto luego de que la policía le disparara más de 25 veces en una persecución, pensando que era un ladrón que escapaba. Recién en 2013 recuperó su libertad.
? Tras más de diez años de irregularidades, la Corte Suprema terminó con el calvario de #FernandoCarrera https://t.co/Y5es1grin3 pic.twitter.com/mESi3VYqx8
— Diario BA (@diariodeBA) 26 de octubre de 2016
“La alegría es inmensa, fueron once años y medio de sufrir. Ese tiempo no te lo devuelve nadie, perdí parte de mi vida”, aseguró Fernando Carrera luego de conocer la sentencia definitiva.
“Tardaron once años en decir quién no fue el asesino, espero que no tarden tanto en decir quiénes son los culpables. Hasta ayer yo era el culpable, hoy el caso está impune”, agregó con dureza.
“La gente que me dispara estaba de civil, con sus armas particulares, en autos que no eran patrulleros. Yo estaba inconsciente. Mi auto siguió unos 200 metros. Hoy estoy viviendo lejos de Buenos Aires y trabajando. No quiero volver”, finalizó Carrera.
