En medio de la “guerra fría” entre Francia y el Reino Unido por la relocalización de los migrantes que intentan cruzar el Canal de la Mancha, Hollande comenzó a desmantelar “La Jungla”.
Este lunes se dio formalmente inicio al traslado de entre 6800 y 7300 refugiados, entre los que se encuentran afganos, sirios, iraquíes, eritreos y paquistaníes: la idea es que pasen a vivir en “centros de recogida” mientras las autoridades los identifican y deciden su futuro.
Todos cargan lo que pueden y lo poco que tienen: el traslado es “voluntario” ya que se decidió no obligar a nadie a abandonar el campo de Calais. Sólo se anunció que el mismo será destruido en unos días.
#FRANCIA Aguardan miles de migrantes a las puertas de los barracones ante desmantelamiento de #Calais. Ya habido enfrentamientos con Policía pic.twitter.com/VIyDlIPtVR
— Sergio Rodrigo (@SRodrigoteleSUR) 24 de octubre de 2016
Las autoridades, que cuentan con el apoyo de 1.250 policías locales y agentes británicos, estiman que la operación durará aproximadamente una semana: en el transcurso de la misma, saldrán entre 40 y 60 micros por día llevando a los migrantes a las distintas nuevas localizaciones.
Uno de los grandes problemas entre Francia y el Reino Unido gira en torno a qué hacer con los casi 1.300 menores que se encuentran viviendo allí, en muchos casos sin sus padres. “Ya trasladamos a 200 chicos, entre ellos a 60 niñas que estaban en serios riesgos de sufrir explotación sexual”, afirmó Amber Rudd, titular del Ministerio del Interior británico.