El segundo trimestre fue uno de los más difíciles del año y los efectos de la inflación calaron hondo en los recursos económicos de la población.
Según el informe elaborado por el centro estadístico porteño, en la Ciudad de Buenos Aires “la indigencia alcanza apenas el 3,9% de los hogares y el 5% de las personas, mientras que la pobreza (incluye la indigencia) representa el 14,7% de los hogares y el 21,1% de la población”.
En esta línea, y basado en los criterios metodológicos utilizados, entre la “clase media” y los sectores pobres se ubican dos estratos sociales caracterizados por su condición de vulnerabilidad: los “no pobres vulnerables” y el “sector medio frágil”.
¿Por qué se los define como “vulnerables”? Debido a que ante “una eventual disminución del poder adquisitivo de los ingresos familiares (por ejemplo, por la suba de precios por encima de sus ingresos), o ante la pérdida del empleo o de ingreso de alguno de sus miembros, tienen una probabilidad alta de caer en el estrato inmediatamente inferior”; es decir, son “vulnerables” porque están al límite de caer en la pobreza.
Entre la categoría de “no pobres vulnerables” y la de “sector medio frágil” sumaron, para el segundo trimestre del 2016, aproximadamente un 19,5% de hogares, lo que marca una clara tendencia a la baja de las condiciones en las que viven buena parte de los porteños.
“El empeoramiento de la situación de varios sectores coincide con el trimestre más complicado en cuanto a los efectos sobre la macro del inevitable ordenamiento que requería la economía argentina a finales de 2015. La inflación del segundo trimestre de 2016 medida por el IPCBA fue del 15,5%, casi 4 puntos más que la inflación observada en el primer trimestre de 2016”, advirtieron en el estudio.
Para leer el informe completo: Dirección General de Estadísticas y Censos