La secretaría dirigida por Claudio Avruj recibirá una partida de 607.542.535 pesos durante 2017, 110 millones menos que lo que recibió en 2016.
A los recortes programados para el área de “Ciencia y Tecnología” que figuran en el proyecto de ley de presupuesto para el 2017, “Cambiemos” tiene previsto sumarle otro al área de Derechos Humanos.
Las áreas que desde el Ministerio de Justicia se dedican exclusivamente a la temática deberán mantener sus mismas actividades con fondos entre un 12% y un 15% menores a los que les asignaron para el 2016.
En uno de los ítems más importantes, se intentará reducir aproximadamente un 50% el presupuesto del programa que asegura a sobrevivientes y familiares de víctimas de delitos de lesa humanidad el acompañamiento jurídico para querellar en causas y juicios.
El gobierno reducirá un 12 % los fondos para Derechos Humanos. pic.twitter.com/DK07o3AxPt
— Juan Pablo Mansilla (@juanpmansilla) 2 de octubre de 2016
Según consigna Página|12, no se “transferirá dinero alguno a municipios ni provincias, que tenían como destino la señalización de excentros clandestinos como sitios de la memoria. Tampoco recibirán recursos universidades nacionales u organismos internacionales, cuyos objetivos eran la financiación de carreras de grado y de posgrado vinculadas con los derechos humanos”.
El ajuste en amteria de derechos humanos tampoco termina ahí: “El monto destinado a mantenimiento, reparación y limpieza, que cubría el estado de los sitios de memoria, recibirá 9 millones de pesos menos el año que viene. Partidas destinadas a la compra de productos químicos y lubricantes –utilizados por el Archivo Nacional de la Memoria– y a generar documentos impresos, desaparecieron por completo. (…) Los viáticos también sufrieron una abrupta reducción: los siete millones que fueron programados para este concepto en 2016 serán poco más de uno en 2017: el recorte aquí es de casi el 80 por ciento”.
? “El recorte puede favorecer una nueva fuga de cerebros” #DefendamosLaCienciaArgentina https://t.co/jL80y262QW pic.twitter.com/SxseWDovDe
— Diario BA (@diariodeBA) 11 de octubre de 2016
Tomando todo esto en cuenta, los problemas que enfrentarán los distintos organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y el proceso de memoria podrían adquirir un nuevo cariz: ya no sólo se trata de un gobierno que, a priori, no sostiene con la misma firmeza las políticas de “Memoria, Verdad y Justicia” sino que también pone más palos en las ruedas.
Desde el ámbito académico se viene señalando en reiteradas oportunidades que los contextos políticos y sociales favorables ayudan a la reelaboración de los traumas sociales, incitando y animando a mucha más gente a exponer sobre lo sucedido, pudiendo aportar nuevos datos relevantes para las distintas causas que actualmente están en marcha y nuevas que pueden surgir.