De modo escandaloso, las autoridades sanjuaninas publicaron en los últimos días dos libros para niños en que se hace hincapié en lo “buena” que es la megaminería.
Lejos están los chicos sanjuaninos de disfrutar de “El Princpito” o lecturas infantiles que expandan sus conocimientos e imaginación: el gobierno local pretende educarlos a través de los libros “La piedra y la Montaña” o “La Gota Carlota”.
El abogado ambiental, Enrique Viale, difundió en las últimas horas fotos de los dos libros, publicados por el gobierno de la Provincia de San Juan y el Ministerio de Minería, donde se hace alusión a lo “buena” que es la minería.
En San Juan así adoctrinan a los niños sobre Megaminería pagado por la provincia pic.twitter.com/Zyoq0GVaDZ
— Enrique Viale (@EnriqueViale) 10 de octubre de 2016
Las frases que figuran dentro de los mismos rozan lo escandaloso y se afincan en el mal gusto, sobre todo teniendo en cuenta que fueron financiados con fondos públicos.
“Sí, es verdad pero sólo así podrás transformar el mundo y beneficiar a mucha gente convirtiéndote en autos, casas y juguetes. Medicamentos, aviones, celulares. Es todo lo que rodea al hombre. Es minería, piedra amiga” (La Piedra y la Montaña).
“Carlota visitó a los mineros de la Cordillera que la cuidaron muy bien, bajó por las laderas del cerro y fue a parar al valle donde regó un parral de ricas uvas” (La Gota Carlota).
La perversidad del lobby minero no tiene límites, de los autores de “La Piedra y la Montaña”, llega “La Gota Carlota pic.twitter.com/EfUDnXPctu
— Enrique Viale (@EnriqueViale) 11 de octubre de 2016
El intento descarado de enseñarles a los más chicos los supuestos “beneficios” de la megaminería es otro golpe más para los vecinos sanjuaninos y, especialmente, para los de Jáchal: por lo visto, dos derrames de solución cianurada en menos de un año y un informe que ratifica la contaminación de las aguas no alcanzan para que el gobierno frene a la Barrick Gold.
Días atrás, un informe presentado por la Universidad de Cuyo fue la gota que colmó el vaso: el mismo reveló en un muestreo que “la contaminación no sólo persiste, sino que aumenta: hay tres de los pueblos del departamento en los que el agua no es potable”.
“El río Jáchal está mal, el agua no sirve para bebida de ganado ni para irrigación. Se van incrementando los elementos tóxicos. Nos amparamos en el Código Alimentario Argentino, la Organización Mundial de la Salud y la Ley de residuos peligrosos. En el caso del agua del Jáchal, la contaminación supera los límites que plantean estos organismos”, sentenciaron.
