De modo insólito, la Justicia de San Juan decidió dar luz verde para que la empresa minera ponga nuevamente en marcha el yacimiento.

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El último viernes, el juez Pablo Oritja había extendido la suspensión transitoria de la producción de la mina de oro y plata Veladero. Según el magistrado, no habían sido suficientes “los trabajos de reparación de bermas y otras tareas encomendadas” por el derrame del último 8 de septiembre.

Como entró de licencia, el juez subrogante de Paz de Iglesia, Hugo Quiroga, decidió tan sólo tres días después que la Barrick Gold había cumplido con las imposiciones de los siete puntos del acta y había presentado un plan de medidas adicionales.

Para colmo, hasta el cuestionado gobernador provincial, Sergio Uñac, se mostró feliz con la noticia: “Es muy positivo. La mina vuelve a trabajar, la empresa vuelve a operar y lo que vamos hacer, de ahora en adelante, es mirar el correcto cumplimiento y seguir analizando las condiciones de seguridad”.

Una vez más, las autoridades desoyeron a las organizaciones sociales, medioambientales y a los mismos vecinos de Jáchal que piden la clausura definitiva de la mina, una remedación por parte de la Barrick Gold y la prohibición de la megaminería en territorio sanjuanino.

Tal cual lo afirman desde hace mucho tiempo los miembros de la asamblea “Jáchal No Se Toca”, expertos y organizaciones sociales y medioambientales, la explotación minera que tiene lugar en Veladero no sólo contamina sino que también viola la “Ley de Glaciares”.

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