A poco de que el INDEC vuelva a difundir estos datos, la Dirección de Estadística de la Ciudad de Buenos Aires publicó su informe correspondiente a agosto del 2016.
Según consta en el informe, “las líneas de indigencia y de pobreza representan los ingresos mínimos necesarios que estos hogares deben disponer mensualmente para no ser considerados indigentes o pobres, de acuerdo con el estándar de vida imperante”.
De esta manera, teniendo en cuenta lo que se desprende de los datos del cuadro, una familia compuesta por una pareja con dos hijos menores, propietarios de una vivienda, requirió en agosto percibir ingresos por un monto total de $ 12.900 para “comprar alimentos, indumentaria, y pagar los bienes y servicios indispensables”.
En esta línea, el mismo grupo familiar requirió en el mismo mes contar con ingresos por $6.533 para “comprar el alimento básico y no caer por debajo de la línea de la pobreza”.
El ajuste tarifario, la inflación y la devaluación hicieron mella, no sólo en el poder de consumo de la población, sino fundamentalmente en las necesidades básicas. “El precio de los 38 artículos de la llamada ‘canasta básica de alimentos’ tuvo un aumento del 1,36 por ciento durante la 1° quincena de septiembre. Desde el 1° de enero del 2016, la suma acumulada es del 29,96 por ciento”, afirmó Héctor Polino de “Consumidores Libres” en un comunicado.
Para consultar el informe: Líneas de Indigencia y de Pobreza
