En el séptimo día de paro tras la muerte de un operario en Barracas, los trabajadores de la línea cargaron contra la empresa.

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“En las últimas horas, MONSA, envió 26 telegramas de suspensión. Quiere apagar el fuego con nafta”, denunciaron los trabajadores de la línea 60. “Fuimos al Ministerio de Trabajo y no contaban con actas con el resultado de las inspecciones técnicas realizadas en los colectivos y las cabeceras”, apuntó el delegado Esteban Simonetta.

Según el gremialista, la cartera que conduce Jorge Triaca instó a Micro Omnibus Norte SA (MONSA), perteneciente al Grupo DOTA, a que deje sin efecto las suspensiones.

Al no tener respuestas concretas ni de la empresa ni del Ministerio de Trabajo, los trabajadores de la línea 60 siguen con la medida de fuerza tras la muerte de un compañero. El trabajador llamado David Ramallo y de 35 años sufrió heridas severas mientras trabajaba en el tallerde la cabecera de Barracas: fue trasladado de urgencia al Hospital Penna pero no sobrevivió a la graves lesiones recibidas.

Según confirmaron sus compañeros, el cuerpo de delegados ya venía denunciando a la empresa por las malas condiciones de los elementos de trabajo. “Desde que el grupo DOTA mudó la cabera (…) venimos denunciando que los elevadores neumáticos no cumplían con las garantías mínimas de seguridad. A pesar de nuestras advertencias, la parte empresaria no tomó cartas en el asunto y, en horas de esta mañana, un micro se cayó sobre la humanidad de un compañero”, aseguraron en un comunicado.

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