El impopular presidente francés salió a hablar sobre temas sensibles para intentar remontar su imagen: aspira a presentarse a las próximas elecciones.

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“Nada permite, en pos de la secularización, oponerse a quienes practican el Islam en Francia. No hay leyes que puedan sostener eso: no se puede usar el secularismo para atacar otras religiones”, apuntó el actual primer mandatario francés.

“El Estado lo que debe hacer y hace es garantizar el derecho a que los ciudadanos puedan o no creer en algo en tanto las demostraciones de dicha creencia no alteren el orden público”, agregó Hollande, cuestionado políticamente por derecha y por izquierda.

“Por supuesto que el Islam puede coexistir con un Estado secular como es el francés: el cristianismo y el judaísmo lo hacen. La pregunta debe ser otra: ¿Estamos dispuestos a hacerle lugar en Francia a una religión que no esperábamos que creciera tanto hace un siglo atrás? Mi respuesta, por lo menos, es afirmativa”, apuntó.

Por último, y en contraposición a Nicolas Sarkozy, desestimó cualquier tipo de prohibición del “burkini” a nivel nacional: “Mientras yo sea presidente no va a haber legislación en ese sentido. Es imposible de aplicar algo así sencillamente porque es inconstitucional”.

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