Debido a su ineficiencia, la Unión Europea (UE) decidió que ya no se puedan poner a la venta las lamparitas halógenas.
Las autoridades lograron que entre en vigencia la prohibición de poner a la venta las lamparas menos eficientes para tratar de reducir al máximo la cantidad de electricidad que se consume.
La estrategia de la Unión Europea (UE) pasa por promover el uso de las lamparitas LED en detrimento de las halógenas: estas últimas podrán seguirse vendiendo sólo hasta que los locales agoten el stock.
El objetivo del Plan de Eficiencia Energética que se aprobó en 2011 “es conseguir un abastecimiento de energía sostenible y disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por la quema de combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), grandes culpables del cambio climático”.
Asimismo, se intenta “reducir la necesidad de importación de estos combustibles desde fuera de la UE, ya que los países pertenecientes poseen escasos recursos autóctonos y la dependencia energética es elevada (54%)”.