La Organización de las Naciones Unidas (ONU) instó a las autoridades locales a que dejen sin efecto las resoluciones prohibitivas.
No son momentos fáciles para Francia: la polémica por el veto al “burkini” en varias localidades de la Costa Azul desató un conflicto gigantesco que tocó el nervio de la sociedad en su conjunto.
Luego de defensas y atacantes, donde el candidato presidencial Nicolas Sarkozy picó en punta prometiendo mano dura y prohibición total de ese tipo de ropa, la ONU terminó inerviniendo.
?? Sarkozy prometió prohibir el burkini: “Voy a reestablecer la autoridad estatal” #Francia https://t.co/aPU3Nrwk5m pic.twitter.com/2iL0Uy1uo5
— Diario BA (@diariodeBA) 26 de agosto de 2016
“Instamos a todas las autoridades locales que han adoptado prohibiciones similares a que las dejen sin efecto de inmediato en lugar de aprovechar el limitado alcance geográfico del dictamen”, señaló Rupert Colville, portavoz de la Oficina para los Derechos Humanos.
“De acuerdo con los estándares internacionales de derechos humanos, las restricciones a las manifestaciones de religión o creencia, incluida la elección de la vestimenta, sólo se permiten en circunstancias muy limitadas relacionadas con la seguridad, el orden, la salud y la moral públicos. Estos decretos no mejoran la seguridad”, explicó.
“Al estimular la polarización entre comunidades, este tipo de ropa de baño sólo ha aumentado las tensiones y puede hacer daño a los esfuerzos para prevenir el extremismo violento”, advirtió finalmente Colville.