Los números y la realidad social son preocupantes: los vecinos de villas y asentamientos residen entre basura, agua contaminada y desechos tóxicos.
Según un estudio difundido en las últimas horas, “el 19,4% de los hogares urbanos se encuentran en áreas cercanas a basurales, el 11,5% a industrias contaminantes y el 14,1% a espejos de agua contaminados”:
“La presencia de basurales cerca de la vivienda deteriora el equilibrio ambiental de una ciudad, con consecuencias epidemiológicas que afectan gravemente la salud de la población. Por otra parte, la presencia de fábricas contaminantes tiene efectos sobre la degradación del suelo, el aire y el agua afectando el medio ambiente y la salud humana”, advirtieron en el informe “Deudas sociales pendientes del Bicentenario”.
Las características socioeconómicas inciden de manera fundamental en la posibilidad de vivir cerca de espacios tan nocivos para la salud: mientras más pobre, más chances de estar expuesto a la contaminación.
“Estos problemas tienden a concentrarse fundamentalmente según la condición residencial, donde los estratos más bajos registran valores altos de déficit en todos los indicadores. Así, para 2015, la mitad de los hogares de villas y asentamientos precarios reside en viviendas situadas en las cercanías de basurales, uno de cada tres cerca de industrias contaminantes y casi el 40% cerca de espejos o fuentes de agua contaminada”.
En lo que respecta a los basurales, los hogares ubicados en otras áreas metropolitanas, en el Interior y el Conurbano Bonaerense son los más afectados por este problema, que tiene un peso menor en Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Sin embargo, a la hora de hablar de industrias contaminantes, la misma regla rige para todos los ámbitos.
Fuente de recolección de los datos: “Tiempo de balance: Deudas sociales pendientes al final del Bicentenario”