La situación en Aleppo es crítica: distintos estados y organismos internacionales advirtieron que el cierre de la última ruta de suministro que quedaba convirtió al este de la ciudad “en un área sitiada”.
En medio de las balas y los bombardeos, se ha cortado la asistencia vital para cerca de 250.000 personas que están literalmente “atrapadas”: la Unión Europea (UE) confirmó que desde el 7 de julio, el personal y ayuda humanitaria no han podido ingresar a la zona.
“Nos despertamos con el sonido de las bombas y nos dormirnos después de enterrar a la gente que muere”, confesó un médico local a Amnistía Internacional.
Los ataques terroristas y la resistencia del Estado Islámico (ISIS) y el Frente al-Nusra ante la avanzada del ejército sirio puso en mayor peligro a la población: ambos grupos intensificaron sus ataques contra asentamientos y posiciones de las fuerzas del gobierno de Bashar Al Assad.
? Según la ONU, ya son casi 30.000 los extranjeros que se unieron al ISIShttps://t.co/grtXIhN8Mv pic.twitter.com/LsWNQWvoxe
— Diario BA (@diariodeBA) 28 de julio de 2016
Las críticas, sin embargo, corren para los dos “bandos”: “El gobierno sirio lleva años bloqueando la llegada de ayuda humanitaria esencial a poblaciones civiles sitiadas, a la vez que las somete a diario al horror de los bombardeos aéreos y de artillería, valiéndose del hambre como arma de guerra y causando insoportable sufrimiento a quienes viven en zonas controladas por la oposición”, explicó Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.
Hasta mediados de julio, se llevan documentados 373 ataques aéreos en hospitales y facilidades médicas en Siria con 750 personas muertas: la mayoría de los bombardeos fueron llevados adelante por el gobierno y sus fuerzas aliadas.
“Hay un gran riesgo de que comience un terrible nuevo capítulo en Siria. El asedio a la ciudad de Alepo corre el riesgo de transformarse en una catástrofe humanitaria. El régimen sirio, que desencadenó parte de la crisis bombardeando y ofreciendo rutas de escape inseguras, ha estado jugando a un juego cínico. Por su apoyo a las fuerzas armadas y al ejército sirio, Rusia también carga con una gran responsabilidad”, advirtieron desde la cancillería alemana a través de un comunicado.
Pablo Marco, de Médicos Sin Fronteras (MSF), sentenció: “Todos los bandos y partidos deben respetar las leyes de la guerra y los que tienen influencia sobre ellos deben evitar detener carnicería. El mensaje es claro: dejen de bombardear hospitales e infraestructura de civiles, dejen que los heridos y enfermos puedan ser evacuados y no corten la llegada de alimentos y medicamentos”.