Hombres armados ingresaron a una iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray, a 125 km al norte de París, en Alta Normandía.
Poco antes de las diez de la mañana, los dos atacantes del Estado Islámico (ISIS) decidieron tomar como rehenes a un cura y dos personas más que allí se encontraban.
Tras degollar al religioso y herir a los otros, fueron abatidos por el cuerpo de elite de la Brigada de Investigación e Intervención (BRI) de la Policía.
#Breaking ISIS via al-Amaq just claimed the attack in Normandie #Francepic.twitter.com/R3yykvHQ18
— Michael Horowitz (@michaelh992) 26 de julio de 2016
Según confirman medios franceses, el cura fue la “víctima de terrorismo” número 238 en suelo francés de los últimos 18 meses.
La policía confirmó que uno de los dos individuos que atacó la Iglesia estaba en la “lista S” de los servicios de inteligencia franceses: debía ser seguido “de cerca”. Además, había salido de prisión en marzo y tenía un brazalete electrónico.
El presidente de Francia, François Hollande, calificó el ataque de “cobarde”: “Los secuestradores se reivindicaron como miembros del Estado Islámico”, confirmó el primer mandatario antes de que llegue la ratificación por parte de la misma organización.
?? La derecha quiere su propio “Guantánamo”: “No tenemos otra opción que ganar esta guerra”https://t.co/BhHVe7GVfh pic.twitter.com/XNmP1iatN8
— Diario BA (@diariodeBA) 26 de julio de 2016
“Me reuní con la familia del cura. Hablé también con los rehenes que expresaron el dolor, la tristeza y la voluntad de entender”, añadió luego Hollande.
“Estamos frente a un grupo que nos declaró la guerra. Debemos desarrollar esta guerra, por todos los medios, respetando el derecho, porque estamos en una democracia”, remató.