En medio de la crisis que atraviesa a la AFA, el ex técnico de Newell’s Old Boys de Rosario y del Barcelona decidió dar un paso al costado.
El fútbol argentino está hueco por dentro: no tiene formato de torneo definido, no hay una “cabeza” que dirija la Asociación del Fútbol Argentino (AFA); tampoco se sabe que pasará de acá en una semana, si se reforma el estatuto, si es intervenida, si hay elecciones o si se desmembra.
Por el momento, sólo hay noticias pésimas en la vida institucional y futbolística de la máxima entidad rectora de la pelota local:
⚽ El COA, crítico con la AFA: “Estamos molestos con la inacción de los dirigentes”https://t.co/Ac3PAJvXSL pic.twitter.com/WBh9Ug8Xhk
— Diario BA (@diariodeBA) 5 de julio de 2016
Para colmo, ahora se le sumó la renuncia de Gerardo Martino al seleccionado: el “Tata”, al que le debían por lo menos seis meses de sueldo, decidió dar un paso al costado y se lo comunicó al “Chiqui” Tapia.
La dura derrota en la final de la Copa América “Centenario” ante Chile no había hecho tambalear su puesto pero lo que sucedió en el armado del equipo para los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro 2016 fue la fota que colmó el vaso: el lunes, cuando arrancaron los entrenamientos, el entrenador tenía confirmados sólo a media docena futbolistas, de la lista inicial de 35 que citó, por la negativa de los clubes.
Comunicado de Gerardo Martino –> https://t.co/CxWhtANRmb pic.twitter.com/PkQECVt7Rm
— Selección Argentina (@Argentina) 5 de julio de 2016
“Debido a la indefinición en la designación de nuevas autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino y de los graves inconvenientes para conseguir conformar el plantel que represente al país en los próximos Juegos Olímpicos, el cuerpo técnico de la Selección ha decidido presentar su renuncia en el día de la fecha”, afirmó escuetamente el ex entrenador en el escrito difundido por la AFA.
La danza de nombres y operaciones mediáticas para buscarle un sucesor ya comenzaron pero, por el momento, son infundadas: ni siquiera se sabe quien manda realmente en la sede de Viamonte.
