El empresario, vinculado con negocios fraudulentos en torno a la obra pública, habló exclusivamente con InfoBae desde la cárcel de Ezeiza.
“No soy testaferro de Cristina Fernández de Kirchner ni de la familia Kirchner. Un testaferro no pediría, en la causa y por escrito, que se investigue la obra pública. Porque aparentemente todo el mundo pretende que se corte el hilo en Lázaro Báez”, disparó el empresario patagónico.
Ante la pregunta del periodista sobre si Cristina Fernández de Kirchner lo traicionó, el empresario contestó: “No sé si trata de traición o no traición. Lo que sí creo es que acá hay demasiada mano extraña para que, vuelvo a reiterar, el hilo se corte en Lázaro Báez. Le hablo de la investigación”.
“A mis hijos los insultaron, mientras que atrás sale el hijo de la ex Presidente, muy amable, todo el mundo con una recepción fantástica… Pero nosotros no éramos los que manejábamos los intereses de este país ni tampoco éramos, como dicen, los que direccionaban la obra pública. Es macabro que se direccionen todos esos insultos y esa agresión hacia mis hijos”, agregó.
“No sé quién está detrás de todo esto. No sabría decírselo, pero que está armado, está armado. No piensan que hay una familia detrás. Ni tampoco que hay una investigación que aún no finalizó. Acá fuimos condenados anticipadamente”, conclyó.