La renuncia de Luis Segura fue el primer paso para que la Justicia argentina y la FIFA acerquen posiciones en torno a la futura “normalización” de la entidad.
Poco queda en pie en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA): al caos dirigencial ahora se le sumó el caos deportivo con la renuncia de Lionel Messi al seleccionado. Jaqueado por las luchas intestinas y ahora sin la certeza de la entrada de dinero que significaba la presencia del crack, todo es incertidumbre en la sede de Viamonte.
En medio del escándalo y los análisis post-final de Copa América, la jueza María Servini de Cubría habló con los máximos dirigentes de la FIFA para acercar posiciones.
⚽️ En medio del escándalo, Luis Segura renunció a la presidencia de la AFAhttps://t.co/4SoKlUvBK0 pic.twitter.com/LwO8g9iTXV
— Diario BA (@diariodeBA) 27 de junio de 2016
Por un lado, la magistrada aclaró que no intervino judicialmente a la AFA, que no tiene interés en “desconocer” a los representantes de la FIFA – tal cual se había especulado en un primer momento – y que su “único objetivo” es tener gente propia en la comisión normalizadora.
La idea de Servini de Cubría es seguir teniendo peso en las decisiones de la entidad – por eso quiere hacer ingresar al ex juez Alberto Piotti, actual veedor – amparada en que se podrían perder pruebas de la causa por defraudación que lleva adelante en el marco del contrato del “Fútbol Para Todos”.
Con la luz verde del organismo que preside Gianni Infantino, la comisión normalizadora va tomando forma. De concretarse el acuerdo, tendría seis representantes: dos de cada bando de la AFA (cuyas cabezas son Hugo Moyano y Daniel Angelici), uno de FIFA que sería el presidente del Tribunal de Disciplina, Fernando Mitjans, y uno de la jueza Servini de Cubría.