Luego de la derrota en la final, el atacante del Barcelona confirmó que no jugará más con la celeste y blanca: ¿será un decisión definitiva?

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Las consecuencias deportivas de la salida de Lionel Messi de la Selección Argentina serían desastrosas en caso de que el jugador efectivamente decida no volver a vestir la camiseta “albiceleste”.

Para uno de los conjuntos nacionales más importantes, perder al mejor futbolista del mundo y al goleador histórico del seleccionado sería un duro golpe. Y también para las finanzas de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

“Antes Argentina cobraba por cada amistoso 150 mil, 200 mil o 300 mil dólares; ahora no baja del millón”, confirmaron desde la empresa “World Eleven”, encargada de pactar los partidos amistosos.

Los números son claros: para la entidad,  en materia de ingresos, la presencia internacional del crack representa el 40 o 50 por ciento. Cada vez que el astro no jugó por lesión, la AFA tuvo que cobrar entre un 30 y 40% menos de lo que había acordado por contrato.

En este frágil momento de la máxima entidad del fútbol argentino, donde no hay una cabeza visible ni un principio organizativo claro, la renuncia de Lionel Messi es otro “mazazo”, tal vez el más grande. ¿Habrá marcha atrás en la decisión del jugador? ¿O la AFA, las presiones, el periodismo mal intencionado y las críticas feroces volvieron a arruinar lo mejor que tenemos?

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