El último domingo murieron asesinadas nueve personas en un desalojo policial de un corte de ruta llevado adelante por maestros.
Aproximadamente 800 policías federales y estatales se hicieron presentes para retirar el bloqueo en la autopista Oaxaca-Cuacnopalan, a la altura del municipio de Asunción Nochixtlán, en México.
Como suele suceder en los últimos años allí, todo terminó envuelto con sangre: según testigos, un grupo armado -efectivos de civiles y con uniforme – arremetió contra los manifestantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y vecinos dejando nueve muertos y decenas de heridos y detenidos.
El video que demuestra que @osoriochong miente. La PF sí disparó en contra de maestros y habitantes de #Nochixtlán pic.twitter.com/Icqigz6oaZ
— Vero A. Islas (@lovrega) 22 de junio de 2016
“Nosotros sólo íbamos armados con palos, piedras y bombas molotov, que no causan daño, y el gobierno se valió de sus armas”, aseguró Antonio Martínez, miembro de la CNTE, ante la prensa.
“Ellos llegaron a dispararle al pueblo y el mismo pueblo fue el que se empezó a organizar para defenderse, pero sin armas. Si las poblaciones vecinas hubieran querido meter armas, no hubiéramos tenido muertos de este lado. Hubiera habido muchos policías con impactos de bala. Creo que ellos no tienen evidencia de eso. Nosotros sí la tenemos”, agregó uno de sus compañeros.
En medio de la reanudación de las negociaciones con el gobierno, distintas agrupaciones, estudiantes del Colegio de Bachilleres de Oaxaca y del Centro de Bachillerato Tecnológico Industrial y de Servicios, entre otros, decidieron sumarse a los bloqueos y las marchas que siguen apuntando contra el presidente Enrique Peña Nieto y la reforma educativa.
En esta línea, un grupo de escritores e intelectuales mexicanos indicaron a través de una carta pública que “lo ocurrido en Oaxaca puso ante lxs mexicanxs un límite que nunca se debió rebasar”. “Es necesario corregir el rumbo y buscar por todos los medios legítimos y pacíficos la solución del actual conflicto entre lxs maestrxs y el gobierno. Pedimos que se emprenda una revisión seria y rigurosa de la reforma educativa”, sentenciaron.
Por último, organismos nacionales e internacionales de derechos humanos reúnen testimonios y pruebas; entrevistando también a personas de la comunidad, así como a familiares de las víctimas y realizando recorridos por las zonas en que se produjo el conflicto.