Pese a las cifras y los deseos gubernamentales, son cada vez más las empresas que terminan contratos o suspenden a sus empleados.

GAFA

El precario “acuerdo” alcanzado entre varias compañías y empresas con Mauricio Macri no alcanzó para frenar la ola de despidos, suspensiones y cesantías.

Esta semana, “Alpargatas” confirmó el despido de 70 trabajadores tucumanos asegurando que dejarán de formar parte de la empresa en cuanto se le termine su período de contratación. “Si bien se trata de vencimientos de contratos, no se había pensado en prescindir de ese personal. Para Tucumán se anunciaron 70 despidos. Se trata de 70 familias que se quedan sin ingresos”, señaló Luis Salado, abogado de la delegación de la Asociación Obrera Textil (AOT) en Tucumán.

Ahora, la empresa Gafa decidió suspender a 360 trabajadores por tres debido a la caída del consumo y a la apertura de las importaciones. Pablo Serra, abogado de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), señaló que durante ese tiempo “cobrarán el 90 por ciento del sueldo” mientras la empresa evalúa los pasos que seguirá en el futuro.

Acindar, por su parte, confirmó que el 31 de julio cerrará un turno de su fábrica de Rosario: allí se le da trabajo a 30 obreros. Pese a que todavía no efectuaron los despidos, ya comenzaron a ofrecer “retiros voluntarios”.

La situación en general no es buena: tanto las principales organizaciones sindicales como la oposición denunciaron en reiteradas oportunidades la fragilidad del pacto empresarial. Poco más de dos semanas después su “compromiso” parece haber quedado sólo un golpe de efecto “mediático” a favor del gobierno. Con la ley “anti-despidos” ya vetada y la economía que parece lejos de reactivarse, el panorama comienza a estar cada vez más complicado, especialmente para los trabajadores “golondrina”, contratados y en negro.

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