La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió que si los países miembros no empiezan a entregar fondos se verá afectada en su funcionamiento.
La CIDH comunicó que, en caso de que la situación económica del organismo siga así, en agosto se verán “en la obligación de despedir al 40% de su personal o a 30 de las 78 personas que emplea”. Asimismo, deberán dejar de ejercer la función de proteger los derechos humanos en la región, labor que vienen realizando desde su fundación en 1959.
Su principal fuente de ingresos han sido siempre las contribuciones voluntarias pero estas han disminuido desde la crisis migratoria y de refugiados que resquebraja a la Unión Europea (UE). En lo que va del 2016, los únicos países que han dado fondos a la CIDH son Argentina, Estados Unidos, Perú y Uruguay. El total hasta el momento asciende a los 2,5 millones de dólares, de los cuales Estados Unidos aportó más del 90%.
Miles de víctimas de violaciones a DDHH en indefensión si no se resuelve crisis financiera #CIDHenCrisis pic.twitter.com/LNX9xBskFl
— CIDH (@CIDH) 23 de mayo de 2016
“Nos preocupa que la crisis financiera debilite la capacidad del sistema interamericano de responder a las víctimas de graves violaciones de derechos humanos”, señaló Viviana Krsticevic, directora ejecutiva del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).
¿Qué puede suceder si no se revierte pronto la situación económica del organismo? La comisión perderá la oportunidad de “emitir medidas cautelares o de protección cuando una persona está siendo amenazada”; tampoco no se podrá volver a levantar un proyecto como el “Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI)” que estudió el caso Ayotzinapa y destapó los numerosos fallos en la investigación de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala; también se perderá la única instancia que existe en el continente de realizar una “observación independiente” en los Estados y la revisión de sus políticas.
“La escasa aportación no se debe a falta de dinero. A los países de la región no les gusta la CIDH, les molesta porque les marca cuando están cometiendo errores y a nadie le gusta eso”, remató Santiago Canton, secretario de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.