El actor de 59 años de edad habló sobre sus “fallas” a la hora de enfrentar su padecimiento: los excesos y no cuidarse con la comida le dispararon mayores problemas.
“Soy parte de una generación con pereza que ha seguido bailando ciegamente y ahora se encuentran con una enfermedad. Estaba pesado. Me han visto en películas, saben cómo lucía. Fui un absoluto idiota”, aseguró Hanks en diálogo con la revista “Radio Times”.
“Pensé que podía evitarlo sacando los bollos de mis hamburguesas con queso. Pero se requiere un poco más que eso. Todavía tengo esperanzas. Mi médico dice que si puedo conseguir un determinado peso no tendré más diabetes tipo 2”, añadió el reconocido actor de Hollywood.
Por último, reconoció que haber sido padre desde los 21 años lo ayudó a no empeorar aún más su condición: “Fui afortunado. Tenía a cargo a mis hijos desde una edad muy temprana, por eso no tuve el lujo de engordar demasiado. Nunca bebí demasiado”.
