El Observatorio Sirio de Derechos Humanos confirmó el fallecimiento de niños, médicos y guardias del centro sanitario en el ataque.
Al menos 53 personas murieron y varias más resultaron heridas luego de intensos bombardeos aéreos y fuego de artillería en la ciudad siria de Aleppo.
“Al Quds” era el último hospital que quedaba en pie en la devastada ciudad del norte de Siria y estaba siendo administrado por la organización Médicos Sin Fronteras (MSF). Según el OSDH, aproximadamente “139 civiles murieron en los últimos seis días a raíz de los fuertes combates que se registran en Aleppo”.
“Médicos Sin Fronteras condena categóricamente el bombardeo. Este ataque devastador destruyó un hospital vital para la Ciudad de Aleppo: era el centro principal de referencia para cuidados pediátricos. ¿Dónde están aquellos que tienen el poder y la obligación de parar con esta carnicería?”, cuestionó Muskilda Zancada, la jefa de la misión de la organización en territorio sirio.
#LaGuerraè: civili estratti dalle macerie dopo i bombardamenti ad #Aleppo in #Siria. pic.twitter.com/C0CP1PqJbZ
— Asiablog (@Asiablog_it) 28 de abril de 2016
Vale la pena recordar que todavía está vigente en Siria un alto el fuego entre las fuerzas gubernamentales y la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), principal alianza opositora contra el régimen de Bashar Al-Assad: ninguno de los “dos bandos” se quiso hacer cargo del ataque.
Desde hace bastante tiempo que las autoridades de Médicos Sin Fronteras vienen advirtiendo sobre la peligrosidad de los ataques a civiles y hospitales en zonas de guerra. “Estamos retrocediendo cien años. Son tiempos de barbarie. No creo que en el siglo XXI deberíamos dejarnos arrastrar hasta allí. Si van a cambiar las reglas, entonces que nos avisen”, había señalado Joanne Liu, titular de la organización.