Las lluvias y tormentas que se vienen sucediendo desde hace semanas en el Litoral argentino provocaron el desborde de los ríos y arroyos, dejando a miles de personas fuera de sus hogares.
Las noticias no son buenas para la Provincia de Entre Ríos, Santa Fé y el resto de las que están afectadas por las inundaciones: según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) el panorama no parece muy alentador.
“Estamos sufriendo alturas del agua que no pensábamos. En nuestro pueblo no tenemos acceso vía terrestre y solo podemos entrar al pueblo por agua, en lancha”, precisó Gabriel García, jefe comunal de Villa Paranacito, a Radio 10.
En la misma sintonía, el presidente de la Sociedad Rural local, Raúl Sobredo, señaló: “Gualeguaychú se está inundando ahora. Los barrios periféricos han sido evacuados porque el río tiene un alerta de 3,8 metros y ahora está en 4,6. Lo más grave sigue siendo lo que ocurre en Villa Paranacito: es dramático”.
Life goes on for Villa Paranacito residents despite persistent flooding
Watch more: https://t.co/AZDXsZK2P0https://t.co/Wtd5n8X9u5
— Ruptly (@Ruptly) 30 de marzo de 2016
Según Luis Etchevere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la cifra de evacuados y autoevacuados en el territorio nacional asciende a 40.000 personas.
Al igual que Entre Ríos, la costa santafesina también se encuentra en crisis: las precipitaciones registradas desde inicios de abril, que no pasaron los 300 milímetros, siguen siendo un problema sin solución aparente.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) determinó además, que seguirá por algunos días más la alerta por lluvias y tormentas intensas que alcanzará la región este de Chaco y Formosa, el norte de Corrientes y la provincia de Misiones.
En algunas zonas de Corrientes la situación es crítica: al igual que en el caso de Villa Paranacito, muchas áreas rurales quedaron aisladas y sólo se puede acceder mediante lancha o canoa.
Las inundaciones no dan tregua al Litoral y al Norte argentino: hace tres meses, más de 35.000 personas debieron permanecer evacuadas durante semanas en varias provincias del Litoral tras las crecidas de los ríos Paraná, Uruguay y Paraguay.
