La Dirección de Residuos Peligrosos provincial confirmó que la minera canadiense vertió cianuro dos veces en 2011 y una en 2012.
Una nueva prueba de la connivencia entre las autoridades provinciales y municipales con la Barrick Gold sacudió a los vecinos de Jáchal.
El derrame de más de un millón de litros de solución cianurada en los ríos Potrerillos, Jachal, Blanco, Palca y Las Taguas del 2015 no fue el único protagonizado por la minera canadiense. Hubo otros tres que fueron encubiertos por la empresa y las autoridades de turno, ingresado recién bajo el rótulo de “registro de contingencias”.
Según figura en la nota que escribió Juan Pablo Parrilla para Infobae, el primero ocurrió en julio del 2011, el segundo en noviembre de ese mismo año y el tercero en marzo de 2012.
“El primero fue el 31 de julio, cuando hubo un desborde de solución y mineral fuera del valle de lixiviación, que es donde se separa la roca del mineral. Barrick Gold reportó que se fugaron 1.500 litros del líquido y se afectaron 20 metros cuadrados. El 29 de noviembre de ese año hubo un segundo vertido de 1.680 litros de solución cianurada que se produjo por una ruptura en la soldadura de una geomembrana. Al año siguiente, Barrick Gold confesó que el 22 de marzo hubo otro derrame de 1.494 litros de solución cianurada en 160 metros cuadrados, que se produjo tras la quema de una bomba en el área de filtros persas”, cuenta Parrilla.
Según consta en los registros de la minera, la gravedad de los primeros dos incidentes fue “baja” mientras que la tercera fue “media”: los vecinos no creen en lo que diga la Barrick Gold y tampoco pueden creer ya en las autoridades públicas.