Tres días después de que anunciara el retiro de las tropas rusas de Siria, el mandatario advirtió que, de todas formas, le tomaría “unas pocas horas” volver con todo el arsenal disponible.
Desde el Kremlin, Vladimir Putin justificó la decisión de sacar a las fuerzas rusas del territorio sirio aunque advirtió que tanto el aeródromo de Jemeimim (Latakia) y el puerto de Tartus continuarán en funcionamiento: “Ambos son suficientes para garantizar el cumplimiento del alto el fuego en vigor desde finales de febrero”.
“En caso de que sea requerido, Rusia estará lista en tan sólo unas pocas horas para incrementar sus fuerzas en la región y utilizar todo el arsenal del que disponemos”, advirtió el primer mandatario ruso.
“No queremos hacer eso, la escalada militar no es nuestra ruta preferida por lo que realmente esperamos que todos los lados implicados recurran al sentido común y, tanto las autoridades como la oposición, adhieran al proceso de paz”, añadió.
“El mismo hecho de la retirada del grueso de nuestras fuerzas en el marco de la recién comenzadas negociaciones para el arreglo sirio en Ginebra ya es una importante y positiva señal. Estoy seguro de que todas las partes en el conflicto valorarán en su justa medida”, sentenció Putin.