Según el Observatorio Nacional de Violencia contra las Mujeres, la Provincia de Buenos Aires agrupa “más de la mitad del total de llamados recibidos” por violencia de género.
A la provincia más grande del país (que comprende el 53 % de los casos) le siguen la Ciudad de Buenos Aires (9,40%), Mendoza (9,10 %) y Santa Fe (7,10 %). El 87,30% de los llamados denuncia como agresor a la pareja o expareja de la víctima.
“El 3 de junio (día de la marcha ‘Ni una menos’) decíamos que la lucha contra los femicidios exige una respuesta múltiple, de todos los poderes del Estado y todas sus instancias – nacionales, provinciales, municipales -. Esa respuesta aún no está”, señalaron las organizadoras de la masiva moviliazación del último 3 de junio de 2015 en un comunicado.
Nueve meses después de la marcha sigue pendiente la reglamentación completa de la Ley de Protección integral de las mujeres, la cual se comprometieron a votar e implementar casi todas las figuras de los distintos arcos políticos.
Desde los medios “se siguen reproduciendo opiniones en las que se juzga a la víctima”: cómo estaba vestida, quiénes eran sus amistades, sus modos de divertirse, si viajaba “sola”, y que hasta se habla de víctimas propiciatorias.
Tampoco está garantizado “el acceso de las víctimas a la justicia y hay deficiencias en las líneas telefónicas de ayuda”:
- Producto de la visibilización de la problemática pero también debido a lo difundido y aceptado que está el machismo y la violencia de género, a lo largo de 2015 se recibió un promedio de 535 denuncias por violencia familiar solo en las comisarías de la Mujer y la Familia bonaerenses, un 20% más que en 2014.
- Es creciente el número de causas archivadas por lesiones leves y amenazas contra mujeres en el ámbito de la Justicia Penal.
- Sólo en enero del 2016, se recibieron 18.619 denuncias en las 126 comisarías de la Mujer y la familia de toda la Provincia de Buenos Aires.
“Esto es expresión de la desigualdad y de la cultura machista que la legitima, la violencia hacia las mujeres es una violación a los derechos humanos y como tal nunca es aceptable, tolerable o perdonable”, advirtieron.