Un nuevo escándalo de pedofilia sacude a la Iglesia Católica: el encargado de proteger las finanzas está siendo investigado en los tribunales australianos.
El cardenal George Pell, actual ministro de Economía del Vaticano, está investigado por el encubrimiento de, al menos, 15 casos de pedofilia en la diócesis de Ballarat, Australia: en ese momento él se desempeñaba como obispo auxiliar y arzobispo.
En una de las jornadas en que tuvo que testimoniar por videoconferencia, el máximo encargado de las finanzas eclesiásticas habló con la prensa: “Cuento con el apoyo total del Papa. No estoy aquí para defender lo indefendible. La Iglesia cometió enormes errores y trabaja para remediarlos”, sentenció.
Luego de declarar por los abusos cometidos entre las décadas de 1970 y 1990, Pell afirmó simplemente que “fue una coincidencia desastrosa” que pasaran esas cosas.
En esta línea, y en función de negar su responsabilidad en lo acontecido, insistió en que fue “engañado” por otros religiosos que no le dieron ni le informaron de la magnitud de lo que allí sucedía.
Según las autoridades, los casos de abuso están lejos de ser hechos aislados: el Vaticano ha contabilizado más de 6.000 denuncias por pederastia en la última década, a una media de cerca de 600 casos por año.