El mes de febrero será un parteaguas en la forma en que los consumidores porteños y bonaerenses afrontarán los gastos por la energía eléctrica consumida: habrá pagos mensuales, aumentos y quita de subsidios.
El gobierno confirmó, a través del artículo 3 de la resolución 7/2016, que a partir del primero de febrero el ENRE implementará “el pago mensual del servicio público de distribución” que prestan las empresas EDENOR y EDESUR.
Asimismo, el ministro de Energía y ex CEO de Shell, Juan José Aranguren, advirtió que el aumento tarifario rondará el 300% en los precios estacionales de generación de energía que abonan las distribuidoras y que, además, podrían subir otros impuestos complementarios.
No obstante esto último, el funcionario macrista remarcó que los nuevos precios regirán para los consumos realizados a partir del 1° de febrero de 2016 y no será retroactivo al mes de enero. Las tarifas se ajustarán cada seis meses por la inflación.
El gobierno también declaró públicamente que dejará de subsidiar el consumo energético de los usuarios finales. En esta línea, será el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales quien definirá quiénes son los usuarios que podrán acceder a una “tarifa social”.
Según la resolución, estarán incluidos “jubilados y pensionados que perciben hasta dos haberes mínimos, trabajadores que perciben una remuneración bruta menor o igual a 2 salarios mínimos ($12.120), titulares de programas sociales, personas con certificados de discapacidad, inscriptos en el régimen del monotributo social (primeras dos categorías) y contribuyentes que están percibiendo un seguro por desempleo”.
Quedarán excluidos quienes “tengan más de una propiedad o cuenten con vehículos con menos de 15 años de antigüedad, quienes posean aeronaves o embarcaciones de lujo”.