Goyo nació en villa Fiorito, tambien en octubre del 1960, con 9 días y 4 cuadras de diferencia con su amigo. A los de 6 años los unió una pasión que los igualaba: El futbol. Su amigo con el tiempo sería conocido en todo el planeta. Goyo no.
Gregorio ‘Goyo’ Carrizo, fue el mejor amigo de la infancia de Diego Armando Maradona, cuando la gente los veía jugar junto al “pelusa”, no sabían cual de los dos era el mejor. A los nueve formaron la dupla “Los Cebollitas”, un equipo infantil hoy histórico, que ganó en forma consecutiva 136 partidos. Goyo jugaba con la “9” y Diego con la “10”. Una gravísima lesión en su juventud le cambió abruptamente el destino de crack y en el barrio comenzaron a llamarlo “el Maradona que no fue”
Su historia de vida, abrazada por varias generaciones de amantes al fútbol, dio lugar a otra historia, enriquecida con imágenes, selección de momentos, diálogos y reflexiones contada en “El Otro Maradona” el documental de Ezequiel Luka y Gabriel Amiel que este miércoles 20 de enero se proyecta en el Tipográfico a las 20.30 horas
«Nuestro sueño era jugar los dos en Primera. Siempre lo decíamos, que empezaríamos los dos juntos y terminaríamos los dos juntos. No pudo ser, pero yo le doy siempre gracias a Dios por todo lo que le dio a Diego», comenta Goyo en el documental, que no es una elegía ni una ofrenda al fracaso. Es una historia bien contada que abre diferentes interrogantes como el que, 45 años después, le siguen preguntando al Goyo Carrizo: “Y si usted hubiera sido mejor que Maradona?
Hoy, con cincuenta y cinco años, mientras recorre las rutas de su Argentina en busca de alguna posible estrella futbolistica del futuro, piensa en voz alta y dice: “A mí se me escapó la escalera, no la tortuga»
