“Ellos también atacaron el Centro de Conferencias Bataclan, donde cientos de apóstatas se habían reunido en una fiesta de prostitución y libertinaje, y otras áreas en los distritos 10, 11 y 18 de manera coordinada”, agregaron.
“Así París tembló bajo sus pies. Y el resultado de los ataques fue la muerte de no menos de 100 cruzados. Alá es toda alabanza y gratitud. Dios otorgó a nuestros hermanos su deseo y les dio lo que querían. Ellos detonaron sus cinturones entre los incrédulos después de quedarse sin municiones. Le pedimos a Alá que los acepte entre los mártires”, prosiguieron.
“Francia es culpable con sus aviones de la muerte de musulmanes notables en el califato. Este ataque es el primero de la tormenta y una advertencia para aquellos que deben aprender”, finalizaron.