Russian President Vladimir Putin listens during a meeting with transport minister Maxim Sokolov, recently arrived from Egypt, at the Novo-Ogaryov residence outside Moscow on Monday, Nov. 2, 2015. A technical fault or pilot error could not have caused the crash of a Russian plane in Egypt that killed all 224 people on board, a top official at the airline said Monday. (Alexei Druzhinin/RIA Novosti, Kremlin Pool Photo via AP)

Pese a los pedidos de Egipto, Rusia siguió los pasos de la compañía alemana Lufthansa y el Reino Unido y decidió suspender los vuelos a la península de Sinaí.

Russian President Vladimir Putin listens during a meeting with transport minister Maxim Sokolov, recently arrived from Egypt, at the Novo-Ogaryov residence outside Moscow on Monday, Nov. 2, 2015. A technical fault or pilot error could not have caused the crash of a Russian plane in Egypt that killed all 224 people on board, a top official at the airline said Monday. (Alexei Druzhinin/RIA Novosti, Kremlin Pool Photo via AP)

El pasado 31 de octubre, 217 pasajeros y siete tripulantes fallecieron cuando el Airbus A-321 de la compañía rusa Kogalimavia se estrelló. El avión, que cubría el trayecto entre Sharm El Sheij y San Petersburgo, cayó sin haber reportado ninguna falla técnica: pese a las primeras desmentidas oficiales, se presume que fue víctima de un atentado.

Este viernes, y tras varios días de espera, el gobierno que encabeza Vladimir Putin confirmó que la Agencia Federal de Seguridad de Rusia sugirió suspender los vuelos hacia Egipto. De esta manera, el Kremlin confirmó que no volarán aviones rusos en la zona hasta que se termine con la investigación de lo sucedido.

Según Oleg Safonov, el titular del Ministerio de Turismo ruso, todavía hay 45 mil personas de nacionalidad rusa que se encuentran de vacaciones en Egipto por lo que deberán implementarán un nuevo mecanismo en función de que puedan regresar al país.

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