En medio de una persecución con ladrones, un patrullero de la Policía Metropolitana perdió el control y se incrustó contra un comercio del barrio porteño de Boedo.
El accidente se produjo alrededor de las 4.15 de la mañana en la intersección de las esquinas de las calles Castro y Salcedo.
Como producto del fuerte impacto del vehículo contra el local, una de la paredes se derrumbó, dañando seriamente el negocio y una casa lindera.
Los tres efectivos policiales fueron trasladados inmediatamente al Hospital Penna, uno de los cuales se encuentra internado en grave estado.