La política del hijo único se puso originalmente en marcha en 1979 para reducir los problemas de superpoblación del país: 36 años después, el gobierno permitirá que cada pareja tenga dos niños.

China II

En medio de la incertidumbre creciente en torno a la economía, el gobierno chino decidió anunciar el fin de la política del hijo único luego de cuatro días de reuniones del Partido Comunista en Beijing.

La reforma en la política demográfica fue anunciada el mismo día en que se aprobó el XIII Plan Quinquenal para el lustro 2016-2020.

“Dejamos abierta la posibilidad de que cada pareja tenga dos hijos como iniciativa para lograr el envejecimiento de la población. El cambio en la política intenta, asimismo, balancear el desarrollo poblacional”, comunicaron las autoridades gubernamentales.

Más allá de la alegría inicial en muchos sectores de la sociedad china, no todos se mostraron contentos con la nueva política del gobierno.

“El estado no tiene por qué regular cuántos hijos tiene que tener la gente”, aseguró Wiliam Nee, activista de Amnesty Internacional en Hong Kong.

“Si China realmente está comprometido con los derechos humanos, el gobierno debería dejar de lado inmediatamente estos controles punitivos e invasivos”, agregó.

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