Luego de varias reuniones en Bruselas, 13 países europeos lograron ponerse de acuerdo en torno a una agenda en conjunto para coordinar las acciones y solucionar la crisis migratoria. Sin embargo, las posibilidades de una coordinación efectiva siguen siendo intrincadas.
La Unión Europea se resquebraja ante los miles y miles de refugiados que ingresan día a día: los 13 países (tres de ellos no son miembros de la UE: Macedonia, Serbia y Albania) lograron finalmente ponerse de acuerdo en torno a un plan de 17 puntos elaborado por el presidente de la Comisión de la UE, Jean-Claude Juncker, pero la crisis está lejos de haber terminado.
De momento, la gestión de los refugiados y migrantes es un caos: cada Estado hace lo que quiere, como quiere y puede con este tránsito incesante de personas.
“Que pasemos de manera descoordinada refugiados de un país a otro perjudica sólo a los refugiados”, señaló durante el encuentro el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz. “Ninguna valla, ningún muro evitará que los refugiados huyan”, agregó.
En esta misma línea, el primer ministro de Eslovenia, Miro Cerar, alertó sobre los efectos que está teniendo la crisis sobre cada uno de sus países: “El futuro de Europa está en juego ahora y si no hacemos todo lo que podamos para hallar una solución y cumplirla (…) esto será el principio del fin de la Unión Europea y de Europa como tal”.
Por su parte, Angela Merkel reiteró que el compromiso en torno a esos 17 puntos servirá para “ofrecer alivio, alojamiento decente y posibilidades de espera y de descanso a los refugiados”. “No podemos resolver el problema de los refugiados en general. Para eso es necesario, entre otras cosas, seguir hablando con Turquía”, agregó.
No obstante, las reticencias a colaborar entre todos no son fáciles de limar. El primer ministro conservador de Hungría, Viktor Orban, se ufanó, incluso, de que su país ya está al margen del tránsito masivo de refugiados gracias a los estrictos controles y la construcción de un muro en la frontera. “Hungría ya no está en la ruta de los refugiados. Aquí sólo somos un observador”, declaró.
Los principales puntos aceptados por los trece países en el plan de acción aprobado:
- La intensificación de los controles fronterizos, incluido el envió de 400 policías a Eslovenia.
- La decisión de crear cien mil plazas de acogida para los refugiados a lo largo de la llamada ruta balcánica.
- Limitar los movimientos secundarios de los migrantes y lanzar campañas informativas para desanimar nuevas partidas.
- Reforzar la lucha contra las redes de tráficos de personas, en cooperación con las agencias europeas responsables.
- La creación de canales que permitan a los países afectados por la crisis intercambiar información de manera permanente sobre el movimiento de personas.
- Se exigirá el registro de todos los migrantes. El objetivo principal es que sean identificados con sus datos biométricos en el primer país europeo por donde pasen.
