La crisis migratoria sigue sacudiendo los cimientos de la Unión Europea: miles y miles de refugiados continúan llegando a los países del este y del sur del continente.
Luego de que ocho mil refugiados ingresaran a su territorio entre lunes y martes, el gobierno esloveno reiteró el pedido de ayuda a la Unión Europea (UE) para capear con el desborde migratorio.
“Eslovenia pide a los países miembros de la Unión Europea y a las instituciones europeas que tomen parte activa para afrontar este peso de magnitud desproporcionada para nuestro Estado”, aseveraron a través de un comunicado publicado en la página web del gobierno.
Sobre la relación con Croacia y el resto de los países de la región, agregaron: “El problema lo debemos resolver conjuntamente. Las acusaciones mutuas y echar la responsabilidad los unos a los otros no va a ayudar. La solidaridad europea está a prueba”.
Mientras tanto, el organismo de refugiados de las Naciones Unidas (ONU) informó que, en lo que va del año, el número de migrantes que arribaron a sus costas alcanzó el récord de 502.500 personas.
En esta misma línea, la Guardia Costera griega aseguró que la mayoría de las intervenciones realizadas por su fuerza se realizaron “en las costas de las islas de Lesbos, Quíos, Samos, Leros y Kos”, ya que, por su cercanía a Turquía, son las que reciben una mayor afluencia de botes con refugiados.
La portavoz de ACNUR, Melissa Fleming, advirtió además que “es crucial que los centros de recepción se establezcan en Grecia para poder asistir a los refugiados correctamente”.
“Sin ese elemento esencial, el programa de reubicación acordado por la Unión Europea (UE) en septiembre está en serio peligro de fracasar”, agregó.