La línea que une las estaciones Juan Manuel de Rosas y Leandro N. Alem estuvo paralizada desde las primeras horas de la mañana por una protesta gremial. Los metrodelegados de la línea “D” pararon por la agresión a un guarda.
Tal cual venían anunciado desde la semana pasada, una decena de empleados de una empresa tercerizada de seguridad bajaron esta mañana al trazado de las vías e impidieron la salida de las formaciones de la línea “B”.
“Lo que esconde la negativa a respetar derechos elementales es que las empresas contratadas por el Gobierno de la Ciudad no quieren respetar el convenio rama subterráneo, que establece la jornada coherentemente con la insalubridad reconocida en el ámbito del subte”, señalaron los manifestantes.
“Reiteramos nuestros pedidos y exigimos el cumplimiento inmediato del convenio de vigiladores rama subte”, agregaron ante la prensa.
Según explicó Metrovías a través de su página web, la línea se encuentra “interrumpida por manifestantes que impiden el servicio”.
“Dichas personas no son empleados de Metrovías sino que pertenecen a una empresa de seguridad privada que ya no presta servicio alguno en el ámbito del subte, y es en reclamo a su empleador que impiden la operación de la Línea B”, advirtieron en el comunicado.
Por otra parte, Claudio Dellecarbonara, delegado de la línea “B” expresó su apoyo a los manifestantes: “No hay servicio porque los trabajadores están cortando las vías para que le den respuesta a sus pedidos. Reclaman derechos básicos, que les paguen lo que corresponden. Acá hay un fraude laboral”.
Pasadas las 17 horas, la empresa de seguridad MCM Global Security y los trabajadores llegaron a un punto de entendimiento por lo que el servicio se normalizó.
“Nos reconocieron 2.000 pesos en concepto de salario adeudado y un monto indemnizatorio por desvincularse de nosotros, mientras que vamos a pasar a ser absorbidos por Briefing, la empresa que se hará cargo de la vigilancia del subte”, señaló Emmanuel Escobar, delegado de los trabajadores que participaron de la reunión, a Télam.
Mientras tanto, la agresión de un pasajero a una guarda en la estación 9 de Julio suscitó un paro en la línea “D”: tras el hecho, los metrodelegados resolvieron interrumpir la circulación de la línea que une Catedral y Congreso.
El mismo se levantó recién una hora más tarde, cuando la Policía Metropolitana logró dar con el agresor y detenerlo provisoriamente.