En Bruselas, tras varias semanas de conflicto y largas horas de debate, la Unión Europea aprobó por “mayoría cualificada” el reparto en cuotas y entre los países de los miles de refugiados.
Según lo que trascendió del texto final, la Comisión Europea estableció la reubicación relativamente inmediata de 66.000 refugiados que ya se encuentran en Grecia e Italia.
Del total de 120 mil refugiados, los nueve países del centro y el este de Europa deberán reubicar a diez mil cada uno. Tanto Alemania como Francia comunicaron que acojerán a veinte mil.
La medida se impone a todos los miembros de la Unión Europea por igual, inclusive los que votaron en contra como la República Checa, Eslovaquia, Hungría y Rumania. Gran Bretaña, por su parte, no participa de este mecanismo, en virtud de los tratados que la unen al bloque y legalmente le posibilitan abstenerse. Lo mismo sucede con Dinamarca, aunque el país nórdico aceptó reubicar a mil refugiados en su territorio.
Pese a que la resolución es el puntapié inicial para intentar darle una respuesta de conjunto a un problema que atraviesa y sacude a Europa desde hace bastante tiempo, los números de migrantes y refugiados que acordaron tomar los países miembros son ínfimos respecto a la cantidad de personas que se esperan que ingresen.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico reveló que, según sus estimaciones, más de un millón de personas habrán entrado a la Unión Europea para fines del 2015, con aproximadamente 400 mil con intenciones de quedarse definitivamente.
