Luego de que el gobierno alemán y el austríaco decidiera recibirlos, miles de refugiados que se encontraban acampando en Hungría emprendieron el viaje hacia la frontera con Austria.
Este sábado por la mañana, alrededor de 6.500 migrantes lograron cruzaron la frontera austríaca tras viajar durante horas en una caravana a pie o en auto.
Mientras tanto, el gobierno húngaro aceptó fletar autobuses para levantar a los refugiados que todavía se encontraban acampando en la terminal de trenes de Keleti, en Budapest, para completar el traslado de los que se habían quedado.
Del otro lado, las autoridades austríacas pusieron a disposición trenes que van desde el pueblo fronterizo de Nickelsdorf a Viena así como también distintas líneas de colectivos para que los refugiados completen su viaje sin demasiada espera y lleguen a los centros de refugiados.
“Les estamos brindando un techo, camas, comida y bebida calienta. También tenemos equipos médicos disponibles en caso de que alguien lo necesite”, confirmó Thomas Horvath, de la Cruz Roja austríaca.
“Estoy contento, finalmente pude salir de Hungría”, señaló Marwan, sirio de 19 años y estudiante de ingeniería eléctrica. “Venimos de un país que fue destruido por la guerra. No somos criminales y no queremos sabotear nada”, agregó.
En las últimas horas, alrededor de 500 migrantes recién llegados y otros rezagados que se encontraban en Budapest decidieron emprender una segunda caravana hacia la frontera con Austría.
No obsante, esta vez no contarán con la “ayuda” del gobierno húngaro: el jefe de policía local advirtió que no pondrán a disposición nuevos autobuses, por lo que tendrán que hacer el recorrido a pie.