Un nuevo capítulo negro se abrió el lunes por la noche en Tucumán: las fuerzas de seguridad reprimieron a cientos de personas que reclamaban mayor transparencia en los comicios provinciales.
Las elecciones del último domingo, que decretaron ganador del cargo a la gobernación de Jorge Manzur, del Frente Para la Victoria (FPV), se revelaron desde un primer momento marcadas a fuego por la sospecha y la violencia.
Sólo teniendo en cuenta los casos que trascendieron públicamente, la Junta Electoral Provincial informó que durante los comicios, en la localidad de San Pablo se quemaron al menos 30 urnas; en el mismo lugar, alrededor de ochenta personas se enfrentaron con la Gendarmería. Además, distintos medios locales retrataron la feroz golpiza a un periodista que decidió fotografiar la entrega de bolsones de comida a cambio de votos.
Policías y civiles heridos es lo que dejó el #Tucumanazo #FraudeEnTucuman pic.twitter.com/TbmDU3vYsB
— Isaias Cisnero (@IsaiasCisnero) agosto 25, 2015
Este lunes por la noche, cientos de tucumanos decidieron salir a protestar frente a la Casa de Gobierno en reclamo de mayor transparencia.
Una vez frente al edificio del gobierno provincial, el cuerpo de Infantería decidió reprimir con ferocidad, con gases lacrimógenos, palos y balas de goma. Hubo denuncias, corridas, heridos y piedrazos.
La gravedad de los hechos es mayúscula si a eso le agregamos las denuncias hechas por algunos manifestantes en torno a supuestas detenciones ilegales y golpizas hechas por las fuerzas de seguridad durante el operativo.