La Cámara Federal procesó a tres dueños de talleres textiles clandestinos que se encontraban en el barrio de Nueva Pompeya. Confeccionaban prendas de vestir, uniformes policiales y de empresas de seguridad privada.
El fallo de la Sala Segunda de la Cámara Federal señaló que los dueños fueron procesados por el delito de “trata de personas agravado por haber sido cometido mediante el abuso de una situación de vulnerabilidad, por la cantidad de víctimas, por la cantidad de autores y por haberse consumado la explotación”.
En esta misma línea, se trabaron embargos por montos de entre 30 mil y 200 mil pesos para los responsables de mantener trabajando en pésimas condiciones a una familia (con dos hijos menores de edad) y dos personas más, todos ellos de nacionalidad boliviana, en talleres clandestinos ubicados en las calles Daract y Mom.
Según el fallo, los dueños se “aprovecharon del contexto económico altamente desfavorable en el que se hallaban” los trabajadores “para consumar la finalidad de explotación laboral en los talleres textiles de los cuales eran sus titulares responsables”.
