El titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y la CGT oficialista, Antonio Caló, celebró la elevación del piso del salario mínimo, vital y móvil aunque aseguró que debería estar un poco más alto.
“Es un piso que bienvenido sea que acá en Argentina lo podemos tener, y hace once años que lo estamos discutiendo. Hasta el 2003 estuvo clavado en 200 pesos, hasta que llegó Néstor Kirchner”, aseguró Caló en diálogo con La Red.
No obstante, el sindicalista cercano al gobierno señaló que el aumento “solo afecta a 150 mil trabajadores de los 9 millones que hay en el país”. “Para vivir dignamente se necesitan arriba de 8.500 pesos. Sin tirar manteca al techo”, reconoció.