Una persona resultó muerta y varias heridas luego de que dos hombres atacaran una planta de gases industriales, situada en la localidad de Saint-Quentin-Fallavier, cerca de Isère, en el sur de Francia.
“Una persona inocente que ha sido asesinada y vilmente decapitada”, declaró el ministro de Interior francés, Bernard Cazeneuve.
Según informa la agencia AFP, un cuerpo decapitado fue encontrado en las inmediaciones de la fábrica y se supone que el hombre asesinado había sido asesinada en otro lugar. Su cabeza apareció clavada en la verja de la fábrica y mostraba asimismo inscripciones en árabe.
Según la información del diario local ‘le Dauphine Libéré’, el hombre que penetró en la empresa – Yassine Salhi, nacido en 1980 y seguido por los servicios secretos franceses – reivindicó pertenecer a “Daesh”, como se denomina al Estado Islámico en varias partes del mundo: testigos afirman que llevaba banderas islamistas en la mano cuando comenzó a detonar las garrafas que allí se encontraban. La policía lo detuvo tras los hechos.
