El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dió un breve discurso en la apertura del Congreso de la entidad: intentó despegarse del escándalo de corrupción y auguró más “malas noticias” en los próximos meses.
“Muchos creen que yo soy el responsable”, comenzó Blatter. “No voy a permitir que el trabajo sucio de algunos empañe a los que hacen bien las cosas. Los que están corrompiendo al fútbol son una minoría, pero, al igual que en la sociedad, deben ser castigados duramente”, sotuvo el suizo de 79 años.
“El fútbol no puede ser un excepción. Nosotros cooperaremos con las autoridades para que los que hicieron cosas mal sean condenados. No hay lugar para la corrupción en el fútbol. Los próximos meses no serán fáciles para la FIFA. Pero es necesario restauras la confianza en nuestra institución”, añadió.
“Este puede ser un momento clave para que todo el mundo comience a comportarse de manera ética dentro del fútbol. El fútbol merece mucho más y tenemos que responder mañana. El congreso tiene la oportunidad de comenzar lo que será un camino largo y difícil para recuperar la confianza”, sentenció.