El Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) controla más del 50% del territorio sirio luego de que se concretara la toma de Palmira, una ciudad con más de 2.000 años de historia. Sus fuerzas cercan el gobierno de Bashar Al Assad.
Pese a los bombardeos de la coalición internacional, el avance de los extremistas islámicos no se detiene en Siria: en la última semana se hicieron con la mayor parte del desierto central del país, donde se ubica la ciudad monumental de Palmira, famosa por sus célebres ruinas, inscritas como patrimonio mundial de la Unesco.
“No hay fuerzas para detenerlos allí. Ahora controlan el 50% de Siria”, aseguró Rami Abdurrahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Según cifras que se desprenden de este organismo, ISIS tiene bajo su control “95.000 kilómetros cuadrados y están presentes en nueve provincias: Homs, Al Raqa, Deir al Zur, Al Hasaka, Hama, Alepo, Damasco, Rif Damasco y Sueida”.
“Se extienden de este a oeste por una área que va desde el sur del monte Abdelaziz y el pueblo de Al Hul, en Al Hasaka (noreste), hasta la periferia de Marea, en Alepo (noroeste), pasando por casi toda Deir al Zur y Al Raqa (noreste) y el desierto central sirio. Hacia el sur, Controlan zonas al este de Damasco, así como partes del campo de refugiados palestinos de Al Yarmuk y del distrito de Hayar al Asuad, al sur de la capital, y puntos del norte de Sueida (sur)”.
